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Literatura Salvadoreña

La literatura salvadoreña es la acaecida a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Con anterioridad a esa fecha, el actual territorio salvadoreño formaba parte de otras entidades políticas, razón por la que carece de sentido hablar de una identidad propia que aspirara a expresarse literariamente. No fue sino a partir del triunfo liberal que una élite de intelectuales asumió la función de la conciencia nacional y, con ello, fundó el espacio de una cultura nacional donde la literatura tendrá una participación protagónica.

Orígenes de la literatura salvadoreña


La literatura durante la colonia
En los siglos correspondientes a la colonia hubo un florecimiento literario considerable en la metrópoli ibérica; reflejo de lo cual, también en las posesiones americanas se verificó un notable cultivo de las artes, especialmente la arquitectura, la plástica y la música. Existieron, empero, obstáculos importantes para un despunte comparable en la literatura. Entre ellos resaltaba el celo con que la autoridad religiosa controlaba las vidas de sus feligreses recién convertidos al cristianismo El cultivo de la palabra debía estar al servicio de la fe y bajo el cuidadoso escrutinio de sus guardianes. A pesar de ello tuvo lugar una vida literaria secular de importancia en las cortes virreinales de México y Lima.
Esta literatura cortesana tendía a reproducir de forma mimética los cánones metropolitanos, aunque ocasionalmente nutría una voz original y memorable como la de sor Juana Inés de la Cruz, la poeta mexicana.

El territorio salvadoreño se encontraba lejos de los centros de cultura. Se puede conjeturar que la literatura habría gozado de adeptos entre reducidos círculos de criollo cultos, pero de ello apenas existe evidencia, y cuando la hay, confirma que su cultivo tuvo un carácter esporádico, efímero y hasta accidental.




Fundadores de la literatura salvadoreña

Francisco Gavidia - biografía
(1863/12/29 - 1955/09/22)
Francisco Antonio Gavidia Guandique 
Escritor y educador salvadoreño 
Nació el 29 de diciembre de 1863 en el departamento de San Miguel.
Practicó todos los géneros literarios. Descubrió el alejandrino francés y lo enseñó a Rubén Darío(Nicaragua), quien lo incorporó al verso escrito en español.

Autor del poema Sóteer o La tierra de Preseas, editado en 1949.

Gavidia fue traductor de poetas franceses.
Escribió Versos (1884), convirtiéndole en uno de los precursores del modernismo en Centroamérica.

Autor de obras de teatro, como Júpiter (1885), Ursino(1889), Conde de San Salvador o el Dios de las cosas(1901), Lucía Lasso o Los piratas (1914) La torre de marfil (1920), y el poema dramático La princesa Catalá(1944).


Fue el iniciador del relato breve en El Salvador, y aparte de su labor poética, participo en actividades periodísticas-literarias y se preocupó por la educación; publicó numerosos ensayos de aspecto educativo; en 1932 es declarados "Salvadoreño Meritísimo" por la asamblea legislativa.
Francisco Gavidia falleció en San Salvador el 22 de septiembre de 1955. 




  Arturo Ambrogi Acosta
Fue un escritor y periodista. Nació el 19 de octubre de 1874 y falleció el 8 de noviembre de 1936 en San Salvador (El Salvador). Considerado como uno de los fundadores de la literatura salvadoreña, junto con los escritores salvadoreños Francisco Antonio Gavidia Guandique y Vicente Alberto Masferrer Mónico. Ambrogi fue influenciado por el romanticismo y el modernismo español en América Central y sus historias son las crónicas de todos los aspectos de la vida campesina tradicional en El Salvador.
Es hijo de un inmigrante italiano. A los 16 años, allí conoció personalmente al gran poeta nicaragüense Rubén Darío. Trabajó en un diario local como periodista, viajó en su juventud en Europa, América del Sur y el Lejano Oriente. En sus viajes se encontró con el escritor uruguayo José Ingenieros.
Se quedó soltero toda su vida y no tenía hijos, aunque su hermano Constantino Ambrogi Acosta se estableció en Nicaragua, donde sus tres hijos han continuado la tradición literaria de su tío.
Murió el 8 de noviembre de 1936 y fue enterrado en el cementerio de la ciudad de Jinotepe.

Obras
Bibelots (1893)
Cuentos y fantasías (1895)
Manchas, máscaras y sensaciones (1901)
Sensaciones crepusculares (1904)
El libro del trópico (1907)



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